© by Javier López León            

La empresa Nikka Whisky Distilling Company empezó a destilar whisky en Japón en 1934, una vez que su progenitor , el padre del whisky japonés, Masataka Taketsuru, se independizara de Torii Shinjiro, propietario de la compañia Suntory, con quien había iniciado originariamente su elaboración; discrepancias de formas y maneras de entender el whisky, le hicieron romper su relación con Torii Shinjiro y comenzar un proyecto personal, para el que dedicó el resto de su vida            

La línea Pure Malt de Nikka está compuesta de tres whiskys: el White, elaborado con una base de whisky de Islay en Escocia; el Red basado en destilado de Miyagikyou –destilería al norte de la isla principal de Japón-; y el Black, que presentamos, de la destilería de Yoichi –en la isla de Hokkaido-          

La denominación Pure Malt nos indica de que estamos en presencia de un mezcla de destilados de malta de varias destilerías, frente a la de Single Malt, que nos mostraría su elaboración por una única destilería. Es conveniente reseñar, frente al modelo escocés de elaboración de vatted malts o pure malts, que por su especial idiosincrasia en el whisky japonés no se suele comprar a la competencia, por lo que en su elaboración intervienen whiskys elaborados en el seno del mismo grupo empresarial.            

El Nikka Pure Malt Black, es un grandísimo whisky, con una atractiva  y original botella, que recuerda a algún producto de botica o a un perfume.  

Notas de Cata            

 Color:  Dorado.           

Nariz:  Toques de turba muy bien integrados, caramelo, frutos secos y aromas dulces y evocadores.           

Cuerpo: Ligero-medio

Boca:  Ataque dulce, pero equilibrado, regaliz negra, cereales –malta-, puntas salinas. Invita a su disfrute.

La cuarta productora de whisky a nivel mundial es Japón, quien hasta fechas recientes era una gran desconocida para el consumidor internacional, si no fuera porque una prestigiosa revista del ramo, Whisky Magazine, nos sorprendiera, a principios del siglo XXI, calificando a dos whiskys japoneses como los mejores del mundo, por encima de los escoceses; podio alcanzado en una cata a ciegas en la que participaban 62 prestigiosos catadores, algunos pertenecientes a reputadas destilerías. Estos eran un single malt, el Nikka Yoichi 10 years, y un blended, el Suntory Hibiki 21 years. 

    Después de dicho descubrimiento, los premios y galardones no han parado de llegar, y como es lógico el aumento del interés por el conocimiento y el consumo de estos, permítaseme la licencia, grandísimos whiskys que no tienen nada que envidiar a sus hermanos escoceses. 

     El whisky en Japón comenzó a elaborarse por primera vez en 1923 por Suntory, si bien el padre de la criatura,   Masataka Taketsuru que había estudiado el arte de la destilación en Escocia, pronto se independizó en inició un nuevo proyecto empresarial fundando la empresa Nikka. Nikka y Suntory constituyen en la actualidad las dos principales empresas japonesas dedicadas, entre otras actividades, a la destilación del whisky, y a las que pertenecen la mayoría de las 11 destilerías existentes en Japón. 

    El whisky que presentamos es una vatted malt, por tanto mezcla de maltas de varias destilerías del grupo Nikka, además es un cask strength lo que supone que no ha sido rebajado, por lo que la graduación que marca, 51,4º es la obtenida directamente de la barrica. Para su cata y degustación se aconseja rebajar añadiendo entre un tercio y un medio de agua, a ser posible osmotizada. 

Notas de Cata

             Color:  Ámbar.           

             Nariz:  Toques de Jerez, piel de naranja confitada y un equilibrado ahumado.           

           Cuerpo: Ligero-medio.           

           Boca: Ataque muy seco, notas de cacao puro y malta. Final largo y equilibrado.