Recientemente, ha sido botado un portaviones para la armada británica, clase Queen Elisabeth, que entrará en servicio dentro de unos años. Rompiendo la tradición de ser botado estampando una botella de champan, los escoceses, que se precian además de haber construido un buque top que será referencia de la industria naval, no han querido dejar pasar el acontecimiento, sustituyendo el champan, por una botella de malta, concretamente uno de la destilería Bowmore, de la mano de su majestad la reina.